lunes, 28 de junio de 2021
sábado, 12 de junio de 2021
Andrea Alzati, la abrupta sutileza de lo cotidiano
Animal doméstico es el debut literario de la mejicana Andrea Alzati (Guanajuato, 1989), autora de otros dos poemarios: Algo tan oscuro que no tiene nombre (2018) y Todos mi quchillos (2019).
El libro, editado en 2017 en su país por Juan Malasuerte Editores, está compuesto por tres secciones asimétricas a través de las cuales la poeta ofrece un itinerario introspectivo desde el paraíso perdido de la infancia hasta la herida presente, sin nostalgia, sabiendo dosificar el dolor para extraer de él la palabra precisa –“volver / a un patio es / volver a / volver a / volver a / volver a / otra casa / donde el aire no deshace la materia”- que, a veces, roza la limpieza de la sentencia: “a cada pájaro lo habita un caos anterior al caos íntimo / del aire”.
La primera parte, que es la columna vertebral del conjunto, lleva por título “Miel” y está compuesta por veintisiete fragmentos en los que, a partir del contacto con los pequeños objetos cotidianos y con los instantes en apariencia banales, el yo poético realiza un viaje interior, en el cual la duda (“un muelle / es una forma / de habitar la indecisión / una forma de saber si movernos / o quedarnos quietos”) y la memoria (“la memoria es un animal silencioso / vive se alimenta / de nosotros”) son los ejes de rotación y traslación de unos poemas en los que fluye la infancia, el primer amor, la familia (los padres, la abuela…), la reivindicación, el perro, las grietas, todo con un lenguaje hondamente simbólico... Este simbolismo se intensifica en las secciones siguientes: “Huevo” y “Leche”, en las cuales el poema se vuelve más extenso y narrativo.
Alzati, pues, sabe manejar el ritmo de pensamiento del verso libre, ocasionalmente combinado con un cuidado verso blanco, al tiempo que casa el lenguaje abrupto con la sutileza y lo onírico, para lo que acude tanto a las imágenes como a los símbolos, administrados con habilidad, en una apuesta clara por la sugerencia y la evocación.
martes, 1 de junio de 2021
'Un invierno en mitad del verano'
La densidad del dolor es idéntica
a ambos lados de la franja de niebla.
No su geometría ni sus causas.
La textura del odio es idéntica
y fractura la luz deshabitada de los atardeceres.
No la devastación ni la ignominia.
Las palabras higiénicas nunca sacian la sed,
aunque sean la manta
con que se cubre este fracaso
que no cruza fronteras,
porque la muerte llega como un invierno en mitad del verano.
(de Los lugares públicos, Córdoba, 1998, corregido y ampliado en 2008)