VERSOS FRESCOS
“Huele a pecado y es tierra mojada.” Así comienza el cuarto poemario de Javier Ruiz Taboada (Toledo, 1962), “escritor de poesía”, como él mismo se define, periodista -actualmente presenta el programa “El reverso de la brújula” en Onda Cero-, pintor y fotógrafo. El libro acaba de aparecer, con prólogo del también periodista y escritor Antonio García Barbeito, en la editorial Renacimiento, donde ya publicó su Ropa interior.
Se trata de una poesía eminentemente urbana (“el barrio es una noria desmontada”; “en la cuidad el cielo es invisible”), en la que, obviamente, tienen una importancia axial las personas (“el paisaje es la gente / la ciudad es su gente). Aborda el “aquí y ahora”, con un tono coloquial, extrovertido y desenfadado, que no rehúye en ningún momento del lirismo, sobre todo en los poemas más intimistas (“Aunque tú no lo entiendas, / estoy aquí besándote a escondidas, / tocándote entre líneas, / ahora que ya ha pasado este eclipse de velas / detrás del cristal oscuro que me arropa”).
Semejante desenfado se traduce tanto en un tratamiento lúdico del lenguaje y en la utilización de un continuos juegos de palabras, derivaciones, políptotos, retruécanos, paranomasias, hipálages, sutiles ironías…, como en las fracturas del tono (“Hazme una señal / que no sea de humo”), en la atrevida combinación del verso libre con el soneto, inserto –y destacado entre paréntesis- dentro de los poemas más extensos (“Que lo sepas”, “Haciendo amigos”, “Pasos”, “Confusión”, “Clama al cielo”, “Paisaje humano”, “Invierno”, “Manchas” o “Despedida”, soneto con estrambote que cierra el libro, entre otros) y en la combinación de poemas narrativos y anecdóticos con otros extremadamente breves de tono humorístico (“Cuando dobles la esquina / vuelve a dejarla como estaba”) o cercanos al aforismo (“Acertar es de sabios. / El resto rectifica”) e, incluso, a la greguería (“Para el almanaque / todos los meses son otoño”).
El resultado es un libro fresco, de fácil lectura, capaz de sugerir y de despertar en no pocos momentos la sonrisa cómplice del lector.
(Publicada en "Cuadernos del Sur", número 1149, 30 de junio de 2012, p. 9)
(Publicada en "Cuadernos del Sur", número 1149, 30 de junio de 2012, p. 9)
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