Fiel a su constante deseo de experimentación y a su compromiso con el mundo que le ha
tocado vivir, el cordobés José Ignacio Montoto publica Estamos todos. Aquí no hay
nadie, en la colección “Los cuatro vientos”, de la editorial Renacimiento. Apenas hace
un año, apareció en este mismo sello La cuerda rota, poemario merecedor del Premio
Andalucía Joven de Poesía, que anunciaba una mayor contención en el poeta y una
mayor depuración en el discurso. No en vano, aquel libro se me antoja preludio de este
otro, en la medida en que se vislumbra un tono más íntimo y sosegado, un afilamiento
de las aristas de la palabra y una capacidad de reflexión más perspicaz, elemento
imprescindible para que la crítica nacida de la constatación de las fallas de nuestra
sociedad –que también contiene mínimas islas de luz- no quede en simple artificio.
Con un más que atractivo y sugerente título –que casa a la perfección con el diseño del
volumen-, esta nueva obra, la séptima en la poliédrica trayectoria de Montoto, es
concebida como un largo poema unitario articulado en trece compases, organizados, a
su vez, en desigual número de tiempos o pulsos, con lo que se crea una caótica mezcla
de ritmos que intenta reproducir el desorden de la existencia humana, las íntimas
contradicciones e incongruencias conformadoras de la compleja interioridad de un yo
atravesado por la sensación de desamparo, de soledad y de marginalidad –posición esta
imprescindible para sustentar la mirada crítica hacia la sociedad vacía y capitalista que
lo fagocita en una fértil regurgitación-.
Sin embargo, con esto no queremos decir que estemos ante un “totum reuolutum”, pues
hay una idea previa a partir de la cual el poeta articula el conjunto, estableciendo una
sutil red de conexiones tanto entre las diferentes composiciones como entre las diversas
partes, sin olvidar que cada pieza de este puzle debe funcionar por sí sola, pero teniendo
en cuenta que, al leerla dentro de uno u otro nivel discursivo, despliega nuevas
potencialidades significativas. De este modo, se justifica que convivan los poemas de
denuncia explícita con aquellos en los que aflora la melancolía, el paso del tiempo, el
amor, la soledad o, incluso, la experiencia de la muerte.
Este yo, en su camino de autoexploración y de conocimiento, camina a tientas, sin más
lámpara que la palabra, e intuye las preguntas, pues las respuestas –aunque el creador se
afane en buscarlas y piense haberse acercado a ellas- se nos escapan.
Autor: José Ignacio Montoto
Título: Estamos todos. Aquí no hay nadie
Editorial: Renacimiento
Año: 2015
(Publicado en Cuadernos del Sur, 6 de febrero de 2016, p. 2)
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