Desde que ganó la XI edición del Premio Emilio Alarcos, la identidad de Rodrigo Manzuco, joven cordobés técnico informático nacido en 1988, ha sido uno de los enigmas más comentados en los círculos poéticos hasta que José Luis García Martín ha desvelado a la persona de carne y hueso escondida tras tan singular nombre. Y resulta que el misterioso poeta es el nuevo heterónimo de Jaime García-Máiquez (Murcia, 1973), quien, además de publicar tres libros firmados por él, ha creado a Fernando López de Artieta (Madrid, 1983), autor de Jugar en serio (Visor, 2004) y Grosso modo (La isla de Siltolá, 2011).
No se trata, por tanto, de la obra de un autor novel, como reza en la contracubierta, sino de un escritor con oficio que busca una poesía sutil, en la que combina la sugerencia y la ironía. El conjunto adquiere, así, un aire desenfadado que, sin embargo, no rehúsa cierto tono metafísico cuando el poeta, que rechaza establecer máximas o desvelar el mundo, sondea la realidad concreta donde se incardina su existencia. En este sentido, Casi está compuesto por casi medio centenar de poemas –exactamente 48 poemas y una “Dedicatoria”- nacidos del misterio irradiado por lo cotidiano, que encuentran en la metáfora, la sorpresa y el diálogo con otros autores, ya sea de manera velada o explícita, algunos de los resortes capaces de provocar una emoción en el lector.
(Publicado en Cuadernos del Sur, 1 de noviembre de 2013, p. 7)
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