jueves, 24 de mayo de 2018
Regresar al origen. Juana Castro y "Antes que el tiempo fuera"
Regresar al origen. Volver a un tiempo previo a la historia. Recuperar la palabra primitiva, despojada de cualquier connotación de tipo social, ideológico, cultural o histórico, convencida de que tan solo un vocabulario germinal, libre de los excesos verbales y nacido del interior del propio ser que lo genera, podrá nombrar de un modo distinto las cosas y, por tanto, crearlas. Tornar a la época inaugural, en la que solo existía una deidad femenina, anterior a las divinidades patriarcales de las tres grandes religiones monoteístas, la Gran Diosa o Gran Madre. Reingresar en un mundo edénico, donde la naturaleza y el propio cuerpo femenino se confunden a través del símbolo de «un fósil llamado Amaltheus, un cefalópodo gigante parecido al caracol» que habitó en los mares de los que emergieron Los Pedroches hace unos cuatrocientos millones de años...
El hallazgo de esta huella de vida en la piedra es el cable sobre el que Juana Castro vuelve a suspenderse, sin red protectora, para asomarse al abismo y sondear las preguntas que dan sentido a una existencia particular y a los vínculos que un yo, irrenunciablemente femenino, establece con la sociedad en que vive. La evidencia de este atávico proceso de introspección y, al mismo tiempo, de indagación en las entrañas del paisaje rural de la infancia -territorio emocional explorado por primera vez en Fisterra-, del que regresa indemne es, haciendo suyo un verso de Fina García Marruz, Antes que el tiempo fuera (Hiperión, 2018), poemario que le ha valido el XXV Premio de Poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina.
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(Publicado en Cuadernos del Sur, 19 de mayo de 2018, p. 6)
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