Hace diez años que la desaparecida
colección lucentina 4 Estaciones editó por primera vez en España la poesía de
Sarajlic (Doboj, 1930 – Sarajevo, 2002). La antología, titulada Una calle para mi nombre, corría a cargo
de Juan Vicente Piqueras. Ahora, la editorial Valparaíso recupera al poeta
bosnio más importante y traducido del siglo XX. Bajo el título de Sarajevo, el granadino Fernando
Valverde, quien ha contado con la ayuda de Sinan Gudzevic, selecciona y traduce
los poemas nacidos de la contemplación de los horrores de la guerra -en su mayoría, pertenecientes al libro más
conocido del autor eslavo, Diario de
guerra de Sarajevo .
Los textos recogidos tienen, por tanto, una
dimensión vivencial, pues al hecho de que Sarajlic decidiese quedarse en la
capital bosnia durante los casi cuatro años de cerco hay que añadir que concibe
la creación artística como una prolongación de la vida; semejante condición los
vuelve aún más desgarrados y conmovedores.
La presencia constante de la muerte,
convertida en una inquietante compañía, y la espera del inminente fin hacen más
intensa la vida. Aquí radica gran parte de la fuerza de las imágenes de un
poeta que, con un tono narrativo, consigue cincelar unos poemas estremecedores
que, más allá de la infamia, la sinrazón y la crueldad de la guerra, ahonda en
la importancia de los pequeños detalles cotidianos, de la amistad y de los
afectos, del cálido contacto del cuerpo y de la palabra amiga; un poeta que
sabe volar por encima de la muerte y encontrar en ella misma una afirmación de
la vida.
(Publicado en Cuadernos del Sur, 18 de enero de 2014, p. 7)
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