Os dejo hoy otra de esas reseñas que se han quedado perdidas durante el último año en el ordenador de alguna redacción.
Pese a la desconfianza por parte del lector actual ante cualquier propuesta de canon –incluso cuando ya hay voces que pregonan oficialmente la defunción de la posmodernidad-, continúan proliferando las antologías y los volúmenes que tratan de poner orden en el heterogéneo maremágnum de los poetas nacidos desde la década de los 60. Y es, precisamente, su carácter heteróclito el factor que imposibilita citar a un poeta o una corriente dominante. La respuesta natural a tal hueco es el empeño de llenarlo; y semejante intención, siempre interesada y parcial, es la que subyace en casi la totalidad de tales libros, por más que se acabe delegando en la calidad –y en el inevitable gusto del antólogo- como único criterio de discriminación válido.
El
número tres de la revista Años Diez,
dirigida por los poetas Abraham Gragera y Juan Carlos Reche, y editada con mimo
por la editorial granadina Cuadernos del vigía, es otro intento de
reivindicación. En el volumen, pretendidamente diverso en su apariencia –pero
profundamente unitario en su concepción-, se combinan textos teóricos de índole
variada y una buena muestra de la obra de algunos de los poetas que, a juicio
de los directores de la publicación, suponen una renovación efectiva del
discurso poético. El volumen fluctúa, pues, en todo momento entre la afirmada
diversidad y un innegable interés unificador, que sirva de altavoz de una
apuesta poética determinada que, partiendo de la asunción de una tradición actualizada,
mira inevitablemente hacia el referente al tiempo que busca revitalizar un
lenguaje desgastado, como sistematiza el propio Reche en “El cometido del
poeta”.
Además
de este interesante artículo, que abre el volumen, destacan los firmados por Pere
Ballart, “Mezquitas que eran fábricas o el poder transformador de la poesía”, por
Lorena Ventura, “Como un árbol que cae del fruto: sobre el sentido y la
referencia en poesía”, y por Carlos Pardo sobre el “Mensaje”. Completan el
armazón teórico “Neorromantizar: una poética de la necesidad”, de Juan Andrés
García Román, y los breves artículos sobre el emisor, receptor, contexto y
código, firmados, respectivamente, por Guillermo López Gallego, Fruela
Fernández, Martín López Vega y Unai Velasco.
Junto a este corpus teórico, conviven, bajo
el título de “Las voces y los hechos. Diálogos”, sendas entrevistas
bidireccionales entre Luis Muñoz y Ana Gorría, por un lado, y David Leo y
Álvaro García, por otro. Como cierre de la revista, en la sección “Poemas”, se recogen inéditos de
María do Cebreiro, Ismael Ramos, Juan Antonio Bernier, Alberto Acerete, Martha
Asunción Alonso, Alberto Carpio, Mariano Peyrou y Luis Melgajero, que, sumados
a los nueve poemas presentados por Abraham Gragera en la sección “Poética”, ejemplifican
los principios teóricos expuestos y son presentados como una alternativa a las
dos corrientes hegemónicas de la poesía finisecular, que irradian en la poesía
de estos primeros años del siglo XXI: la poesía de la experiencia y la poesía
neoculturalista.
Autor: VVAA.
Título: Años diez. El lugar del poeta.
Editorial:
Cuadernos del Vigía.
Año: 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario