Proyecto de interiorismo es la ópera prima de José María Higuera (Córdoba, 1970), reconocido tallista ornamental que ha conseguido por unanimidad el Premio Internacional Alegría con uno de esos libros que reconfortan -por su madurez y cocción a fuego lento- ante la imperante sacralización de la juventud y de la rapidez.
A partir de la imagen de un edificio, cuyos cimientos y grietas mueven al poeta a un profundo proceso de introspección, pretende crear un espacio interior diáfano y habitable, que se convierta en refugio donde cobijarse frente a la intemperie. Para ello, es fundamental una mirada serena, curiosa y reflexiva, que se detenga sobre las cosas cotidianas y mínimas, aquellas que pasan desapercibidas para la mayoría de las personas pero que encierran, en su pequeñez, una suerte de trascendencia que sirve como espejo al yo para tantear sus aristas e intuir una realidad superior que lo supera y que lo abriga, a pesar de las contradicciones, de las dudas y de la inquietud hacia lo absoluto. Este ritual de exploración del propio yo a través del alrededor tiene un inevitable sentimiento sagrado en la medida en que se detiene en la levedad de la existencia, ebrio de gratitud al saber que es una manifestación de la esencia divina.
Esta labor de ahondamiento se acomete con un lenguaje sencillo, que busca la belleza de la palabra -aunque, a veces, adolezca de cierto barroquismo- y la acompasa con la cadencia de un cuidado verso blanco -heptasílabos, endecasílabos y alejandrinos, fundamentalmente-. La duda (“La grieta de Orive”), la niñez (“La verja”), el deseo de sencillez y plenitud (“Las abejas”), la identidad (“Polvo de estrellas”), el asombro ante la realidad (“El mecanismo de Anticiteria”) o la belleza de lo pequeño (“Bonsái”) son algunos de los ejes temáticos de esta serena, equilibrada, sólida y bien trabada carta de presentación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario