Pocos días antes de cumplirse el centenario del nacimiento de Octavio Paz, ha llegado a las librerías Los huesos olvidados, la primera novela de Antonio Rivero Taravillo (Melilla, 1963), cuyo título está tomado de un verso del poema “¡No pasarán!” del Nobel mexicano. La obra narra la necesidad de Encarnación Expósito, tras recibir una carta en la que se le informa de que su madre murió al dar a luz y de que su padre desapareció durante la guerra, de conocer lo que le sucedió a este, Juan Bosch. En el intento de esclarecer su propio origen, viaja a México, donde su padre, hijo de catalanes emigrados, pasó la infancia y adolescencia, y entabló amistad con Octavio Paz, hasta que fue expulsado del país y se vio obligado a regresar a España. Una vez aquí, participa en la guerra civil como miliciano del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y su historia es la de uno de esos miembros del citado partido que fueron secuestrados, torturados y asesinados, uno de esos “brigadistas que fueron purgados en checas del partido bajo control soviético”.
La idea nace de la lectura del poema “A un compañero muerto
en el frente de Aragón”, escrito por Paz en 1937 y recogido por Manuel
Altolaguirre, junto al poema citado anteriormente, en Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España. En una nota a
dicho poema, el autor confiesa que, estando a punto de recitarlo en el Palau de
la Música , se
encontró sentado entre el público con el protagonista de los versos, al que
creía muerto. Al finalizar el acto, el viejo amigo le pidió ayuda pues se sentía
perseguido por los comunistas, con lo que quedaron en verse al día siguiente. El
miliciano nunca acudió a la cita, y ahí se pierde todo rastro suyo. Temáticamente,
por tanto, la novela guarda una estrecha relación con Enterrar a los muertos, de Ignacio Martínez de Pisón, quien se
centra en la historia de otro miembro del POUM asesinado por los estalinistas,
José Robles.
La novela, que gana en intensidad y trabazón conforme avanza
la trama, sobre todo a partir del “Capítulo 7” , en el cual Paz lee la elegía dedicada a
Bosch en el Palau, se divide en tres partes, de lacónico título: “Primera parte”,
“Segunda parte” y “Tercera parte”, compuestas respectivamente por ocho, ocho y seis
capítulos. La primera transcurre en 1998, en el momento en que la profesora
acude a México para recabar información sobre su padre y se entrevista con un
octogenario y enfermo Octavio Paz y con su primera mujer, Elena Garro, que
padece un enfisema pulmonar; la segunda se centra en el drama vivido por Bosch
en la Barcelona
de 1937; la tercera, en cambio, se articula en torno a dos coordenadas
espacio-temporales: la Sevilla
de 1988, donde tienen lugar los actos de homenaje a Luis Cernuda con motivo del
25 aniversario de su fallecimiento, durante los cuales la protagonista conoce
al poeta mexicano; y la
Sevilla y el México de 1998, espacios en los que Encarnación
intenta encajar las últimas piezas del puzzle que ha reconstruido. Y es en el
preciso momento en que reúne “aplicadamente las piezas del rompecabezas que
había sido la fragmentaria biografía de su ascendiente” cuando la verdad la golpea
en la boca del estómago, cuando los versos de Paz que preludian la obra adquieren
pleno sentido al cambiar el valor de la preposición “por”, de causa por agente:
“Has muerto entre los tuyos, por los tuyos.”
Estamos, por tanto, ante la denuncia de la ignominia de los
represaliados dentro del mismo bando republicano por no aceptar la doctrina
estalinista, que siguen siendo silenciados y olvidados (“Debió de sucederle lo
que a tantos que murieron traicionados en la retaguardia, los que no nutren las
estadísticas y serán olvidados cuando se empiece a hacer justicia y afloren las
fosas y cadáveres ocultos y silenciados. Los huesos olvidados”), a la espera de
que se les haga justicia. De este modo, el autor consigue poner más énfasis en la
crueldad de la guerra y las aberraciones cometidas durante el conflicto
fratricida.
Autor: Antonio Rivero Taravillo
Título: Los huesos olvidados
Editorial: Espuela de Plata
Año: 2014
Año: 2014
(Publicado en Cuadernos del Sur, 10 de mayo de 2014, p. 10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario