jueves, 3 de julio de 2014

Sobre los miedos

Los miedos, tanto aquellos que articulan lo ignoto como los cotidianos, son los materiales con los que Pilar Adón (Madrid, 1971) construye Mente animal, su tercer poemario -el segundo publicado por La Bella Varsovia, tras La hija del cazador (2011)-. El libro, cuya sugerente ilustración de cubierta corre a cargo de Laia Arqueros, se articula en dos partes: “El mundo hueco”, compuesta por veintidós poemas, y “Decálogo”, por otros diez. Si en la primera la mirada del yo poético se centra en la realidad exterior, con quien mantiene una relación conflictiva y dolorosa, sustentada en la inadaptación, en la segunda, y lejos del carácter admonitorio que sugiere el título y que se cuela por algunos versos, se plantea una indagación en la complejidad interior de un yo irrenunciablemente femenino. Y aquí juega un papel crucial la naturaleza, vista como una fuerza imposible de dominar que encierra en sí misma incertidumbre y desasosiego al tiempo que supone una huida a las regiones más sombrías de nuestra alma, aquellas que más nos cuesta aceptar.
Para esto la poeta acude a un lenguaje claro y directo, sin ambages ni impostados recursos, llegando a utilizar un léxico violento y, en cierta medida, agresivo (“Ratones por las paredes. / Despojos y rocas. / Se han visto zorros este año. / También lobos. Caza de octubre.” o “Una jauría en pos de hígado y riñones / siguiendo el hedor de los bisontes.”), pero que encierra cierta confianza en el ser humano (“No todos los animales devoran a sus víctimas vivas / ni todos los hombres extraen provecho de los otros”). Así pues, frente a la hostilidad del mundo exterior, aparece el hogar como ámbito del recogimiento y del encuentro con los demás a través de la palabra (“El hogar está donde está el calor. / Donde las raíces.”)

Autora: Pilar Adón
Título: Mente animal
Editorial: La Bella Varsovia
Año: 2014


(Publicado en Cuadernos del Sur, 28 de junio de 2014, p. 7)