miércoles, 13 de septiembre de 2023

Transitoriedad y desolación

 

Bajo el signo del cazador es el título del libro escrito al unísono entre Javier Gilabert (Granada, 1973) y Fernando Jaén (Granada, 1975), con el que han sido finalistas del Premio Villa de Peligros. Flanqueados por un interesante prólogo firmado por Luis Miguel Sanmartín y por un breve pero jugoso texto de contracubierta de Jorge Pérez Cebrián, se distribuyen los treinta y cuatro poemas en dos partes asimétricas, “Desierto” y la que da título al volumen, además de un poema inaugural, “Con las primeras luces”, articulado en cuatro movimientos. 

La cita de Valente que abre “Desierto” (“Cruzo un desierto y su secreta / desolación sin nombre”) marca los ejes de coordenadas a partir de los cuales se construyen los veintinueve poemas de la sección, médula espinal del conjunto, en los que el sujeto poético deambula entre la arena de un paisaje primigenio e ignoto, que lo acoge y le duele, a partes iguales, movido por la incertidumbre y por la única certeza que da sentido a la existencia: el inexorable paso del tiempo, ese cazador que determina todo discurrir por el mundo.
Las huellas, pues, son lo único que quedará del ser humano; sin embargo, en la inmensidad de esta tierra baldía, su fragilidad apenas le sobrevivirá y pronto serán borradas por el viento o reescritas por otros pasos desconocidos en la fragilidad e inestabilidad de las dunas.
De este modo, celebrar la vida es mirar nuestro camino con gratitud y asombro, conscientes de que dicha celebración solo tiene sentido en la medida en que Orión, el cazador implacable y despiadado que se jacta de ser capaz de matar a todos los animales, convierte en desolación todo cuanto está a la vista. Solo desde esta conciencia de transitoriedad, se puede cantar el instante y su efímera eternidad, su quebradiza belleza y su imperfecta armonía hasta llegar a ser el canto.
Pese a los esfuerzos por evitarlo, este desierto lo engulle todo, como recogen los versos de Javier Egea que portican la parte final (“Fuimos muriendo todos / hasta que todo se volvió desierto”), en la que la desolación última se impone como única verdad incontestable: “Mañana la morada de este hombre / quedará en nada, ni cielo ni arena, / barrida por el aire del desierto”.


Autores: Javier Gilarbert y Fernando Jaén
Título: Bajo el signo del cazador
Editorial: Olé libros
Año: 2021
 

(Publicado en Cuadernos del Sur, en Diario Córdoba, 8 de octubre de 2022, p. 9)

 

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