El pasado otoño, el Ateneo de Córdoba organizó, en colaboración con la Fundación Antonio Gala y la Fundación Cajasol, la Semana Cultural 'Córdoba de Gala' para homenajear la figura de Antonio Gala. Mi buen amigo Manuel Gahete me invitó a participar en un libro homenaje y decidí unir un poema mío, "Llegada", perteneciente a Perímetro de la tarde, con unos versos de Enemigo íntimo. Ambos libros consiguieron un accésit del premio Adonáis: el suyo en 1959, el mío en 2006.
LLEGADA
Hay tardes en
que todo
huele a enebro
quemado
y a tierra prometida. Antonio Gala
Llegas como cualquier amanecer,
mezcla frágil de sueños, frío y luz.
Desnuda te derramas suavemente
sobre la piel. Sin ruido.
Te entregas, con arena en tus palabras,
perdiéndote en el pozo
de unos brazos que tienen la cadencia
de la espuma del mar.
Levantas con tus manos castillos de papel,
pentagramas de jaras,
la marea de los charcos sin límite
y las alas quebradas del deseo.
Tú, guía, que presentas el anverso
de la ciudad y de sus luces,
la penumbra del labio amado,
y traes a los sueños
el aroma de las escurridizas
leyendas infantiles.
No bastan las cenizas que se vierten
sobre el tallo sesgado del jazmín
ni el aire que se escapa a bocanadas
por las rendijas entreabiertas
del cielo.
La vida es una torpe elipsis
y nos cuesta.