Según el DLE, “anuario” es un “libro que se publica cada año como guía para determinadas profesiones, con información, direcciones y otros datos de utilidad”. Este es el sintético título del cuarto poemario de Elena Felíu Arquiola (Valencia, 1974), una suerte de guía íntima y personal en la que se recogen los vértices sobre los que se sustenta la obra y la existencia de la poeta, que plantea, a través de cuatro secciones, un viaje desde la asunción de las fallas que nos conforman (“En medio de estas sombras”) hasta la gratitud que inunda “Los asideros”, once poemas en los que hace un recuento de las personas que la sostienen: los hijos, la pareja, al padre, los amigos… Entre medias, el lector se encuentra con “Transición”, siete poemas construidos a partir de diferentes citas de Antonio Lucas en los cuales aborda el asombro ante lo inédito como catalizador de la creación y de la existencia; y “Mirar atrás”, donde se detiene un instante para contemplar la senda transitada. La mirada reflexiva de la poeta observa con extrañeza el alrededor y el asombro cristaliza en unos poemas breves, de tono aparentemente sencillo, cargados de sugerencia e inteligencia.
Con Las sílabas y el cuerpo el poeta cubano Reiniel Pérez Ventura ha conseguido dos hitos en la historia del premio Loewe: se ha convertido en el ganador más joven de todas las ediciones, con tan solo 23 años, y es el primer autor inédito que se alza con el prestigioso galardón. El explícito título declara los dos pilares sobre los que se sustenta la arquitectura de este soñado debut literario: la poesía y el cuerpo. La plenitud y sensualidad del cuerpo femenino es el manantial del que brota la palabra. De este modo, el cuerpo se convierte no solo en el ámbito de encuentro entre un tú y un yo, sino entre la palabra y el poeta. No en vano, poesía y cuerpo se presentan como las dos caras de una misma realidad: el amor. Escribir es un acto de amor. Amar es un acto de escritura. Se funden, así, palabra y sensualidad, ritmo y carnalidad… en un incesante vaivén de sensaciones que el poeta intenta transmitir al lector con un tono que se mueve entre lo hímnico y lo celebrativo a través de un desbordante verso libre y de un rico entramado verbal y metafórico que le otorgan una profunda unidad a los diez largos poemas que conforman este libro.
Materia es el séptimo poemario de Yolanda Castaño, una de las voces más importantes de la actual poesía gallega. La obra, en edición bilingüe con traducción de la propia poeta, agrieta el concepto de “matria” y, a partir de la paranomasia resultante al añadir la letra “e”, indaga en los nexos existentes entre las raíces familiares, la identidad y la renuncia a la maternidad. Tal labor de introspección se lleva a cabo a lo largo de tres secciones que se corresponden con los estados de la materia -líquido, sólido y gaseoso-, asociados a los distintos tiempos -pasado, presente y futuro-.
En los dos poemas de “Un río subterráneo”, Castaño sondea la memoria y las raíces familiares mediante las historias de sus dos abuelas. En cambio, en “Iceberg”, excava la parte menos visible que conforma la esencia de un yo libre y poliédrico: el amor, la identidad o la amistad. Finalmente, en “Nube o el peso de la ingrávida” escudriña la dimensión más inestable de la materia para conversar a media voz con la hija que ha decidido no tener, abandonando cualquier esquema heredado y transitado, con sugerente y arrebatadora potencia.
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